sexta-feira, 17 de dezembro de 2010

Coreanos comemoram os 19 anos da nomeação de Kim Jong Il para Supremo Comandante do Exército Popular

El Presidente del Comité de Defensa Nacional Kim Jong Il, Máximo Dirigente de la RPD de Corea, es un Comandante Supremo ideal con alta capacidad política y cualidad militar excepcional, quien tiene una espada invencible llamada Songun (preferencia militar).

Con la aplicación del Songun él consolidó la unidad monolítica, más poderosa que las armas atómicas.

“La Dirección de la revolución, la unidad nomolítica y el socialismo son una comunidad de destino”. Esta es una nueva tesis que él presentó en el proceso de practicar la política del Songun. Según esta tesis la unidad monolítica tradicional de la sociedad coreana ha escalado a un poldaño superior.

El hizo librar enérgicamente la lucha por homogeneizar a toda la sociedad con la idea de Songun conforme a la demanda de la época del Songun. Gracias a ello el Ejército y el pueblo de Corea se han convertido en adeptos absolutos, defensores firmes y ejecutores resueltos de la idea del Songun. Toda la sociedad se ha consolidado como la más sólida comunidad de destino sobre la base de esa idea.

La dirección del Songun ue él da sin cesar a la revolución tiene la camaradería en su fondo. El porfesa un amor y una confianza ilimitada a los militares tratándolos no como los simples súbditos a partir del criterio de la jerarquía militar, sino como los camaradas con quienes comparte el propósito y el destino. Visita cualquier lugar donde están los soldados sin reparar en la distancia y dificultad. Su amor y confianza han hecho de las relaciones entre el Comandante Supremo y los militares y entre el Dirigente y los habitantes las del amor y la fidelidad y las de la confianza y la obligación moral. El ejército y el pueblo responden con la fidelidad y la obligación moral al amor y la confianza del Dirigente, y su totalidad está dispuesta a defender a costa de su vida al Comandante Supremo-Dirigente. Precisamente he aquí la garantía fundamental de la estabilidad de la sociedad coreana y de invencibilidad de la Corea socialista.

Mediante el Songun el Comandante Supremo Kim Jong Il ha preparado invencibles fuerzas militares.

Bajo su política del Songun, el Ejército Popular de Corea se ha convertido en un ejército invencible, en el más poderoso del planeta. Todos sus oficiales y soldados están listos para defender resueltamente al Comandante Supremo y ejecutar al pie de letras sus órdenes e instrucciones. Las fuerzas militares de Corea tienen una capacidad suficiente para derrotar de un golpe a cualquier agresor potente y destruir totalmente hasta su baluarte central. En diciembre de 1994, cuando un helicóptero norteamericano entró en el espacio aéreo de Corea un soldado del Ejército Popular lo derribó de un tiro, y en marzo de 2003, cuando un avión de exploración norteamericano “RC-135” realizaba el espionaje volando cerca del aire de Corea, una escuadra de cazas del Ejército Popular se le aproximó tanto que ese avión escapara horrorizado. Estos hechos prueban elocuentemente que nadie agredir ni una pulgada del territorio de Corea.

La política del Songun que él practica ha llevado la industria militar de Corea a un nivel excepcionalmente elevado.

Hoy, ésta es capaz de fabricar cualesquier medios de ataque y defensa modernos, pertrechos militares y equipos técnicos de combate poderosos que desee. Frente a la obstinada política de hostilidad y la amenaza de la anticipada nuclear de EE.UU., Corea declaró recientemente que ya tiene armas atómicas y aumentará incesantemente su capacidad de disuasión nuclear, manifestando así a todo el mundo que ninguna amenaza militar, ni desafío ni reto nuclear tendrá efecto alguno en Corea.

Por medio del Songun el Comandante Supremo Kim Jong Il demuestra su convicción, voluntad y audacia incomparables.

El es poseedor de la más férrea confianza y voluntad y de la mayor audacia. Como Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea, no muestra la menor vacilación ante el desafío, amenaza y chantaje de decenas de millones de enemigos, y como Máximo Dirigente de la Corea socialista supera pruebas y dificultades sin ningún titubeo ante la adversidad. Cada vez que se crea una situación tensa y aguda rechaza a cada paso el desafío enemigo con un juicio exacto, una decisión resuelta y un golpe implacable. Tal decisión y audacia admiran a todo el mundo. En la década de los 90 del siglo pasado, el pueblo coreano estaba atravesando la más severa prueba; la guerra fría entre el Oriente y el Occidente se había reducido en un duelo entre la RPD de Corea y EE.UU. y el mundo se preocupaba por el destino de aquella. Entonces él levantó más alto la bandera de Songun.

La política de Songun es un reflejo de la convicción, la voluntad y la audacia que posee él. En ella encerrados la convicción de que no hay quien pueda vencer al que no teme la muerte, el temple y la audacia de vencer infaliblemente en combate. Su determinación y voluntad consisten en responder con la espada al cuchillo del enemigo y con el cañón al fusil de éste. Con tal convicción, voluntad y audacia él realizó día y noche el largo recorrido de inspección para poner en práctica su política de Songun. No se trataba de un recorrido que podría hacer cualquier persona. Mojado de rocío matinal, pasaba una cuesta abrupta en busca de los soldados de la primera línea del frente o corría toda la noche en el automóvil venciendo la nevasca en busca del pueblo que apretándose el cinturón aceleraba enérgicamente la construcción de una gran potencia próspera. Su convicción, su voluntad y su audacia se convirtieron al pie de letra en el espíritu del ejército y del pueblo de Corea, y los levantaron como un cuerpo invulnerable. En fin de cuentas, Corea salió vencedora del riguroso combate por la defensa del socialismo y acogió una nueva era de la construcción de una gran potencia socialista.

Verdaderamente, el Dirigente Kim Jong Il es el más destacado estratega del tiempo actual que conduce el ejército y el pueblo a la victoria con la espada todopoderosa llamada Songun.

Con motivo del 24 de diciembre en que se cumplen 19 años desde su nombramiento como el Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea, le rendimos el máximo homenaje y felicitación.