segunda-feira, 25 de novembro de 2013

Títeres sul-coreanos não devem esquecer da derrota em Yonphyong, declara comando da Frente Sudoeste do Exército Popular da Coreia

Pyongyang, 22 de noviembre (ACNC) -- El portavoz de la Comandancia del Frente Sudoeste del Ejército Popular de Corea hizo pública hoy la siguiente declaración:

El 23 de noviembre de hace 3 años, estremeció la zona candente del frente sudoeste el fuego artillero de justicia contra los provocadores que abrieron primero el fuego.
    
El contragolpe inmediato de los oficiales y soldados del frente sudoeste del EPC, que envolvió en llamas la isla Yonphyong, fue un suceso bravo que demostró a todo el mundo que la RPDC no perdona a los que la atacan y cuán caro les cuesta la provocación.
    
El temerario acto provocador de los títeres surcoreanos fue detonante del incidente de fuego artillero en la isla Yonphyong.
    
En pleno ejercicio militar anti-RPDC "Hoguk", ellos anunciaron oficialmente que librarían el 23 de noviembre un aventurero entrenamiento de artillería en la isla Yonphyong que significaba una amenaza a las aguas jurisdiccionales de la RPDC.
    
El EPC envió de inmediato un aviso que les exigió actuar con prudencia condenando su siniestra intención de mantener la gangsteril "línea de límite al Norte".
    
Pero, los títeres surcoreanos, enloquecidos por provocar, desoyeron el reiterado aviso previo de la RPDC y se atrevieron a disparar hacia el mar jurisdiccional de ésta.
    
Nuestra paciencia también tiene su límite.
    
Comenzó a la vez el fuerte contraataque de nuestros valientes oficiales y soldados del frente sudoeste.
    
Los proyectiles cayeron como lluvias en la isla Yonphyong, antro de los provocadores.
    
En un abrir y cerrar de ojos, la isla se convirtió en un mar de fuego.
    
Se produjeron bajas y lesionados entre los efectivos del ejército títere surcoreano y los sobrevivientes huyeron en busca de refugios.
   
Los cuarteles y puestos de mando del ejército títere, la estación policíaca y los demás establecimientos militares y policiales se redujeron a cenizas mientras diversos medios de artillería, inclusive los cañones de tiro parabólico K-9 y los radares, se hacían chatarras.
    
Espantado por el golpe de represalia, el círculo militar surcoreano remitió al EPC un aviso suplicando el paro de fuego.
    
Esto significó el acta de capitulación sin precedente en la historia de relaciones íntercoreanas.
    
Se conoció después que tan pronto como recibiera el informe del incidente, el traidor Lee Myung Bak se refugió apresuradamente en el sótano de Chongwadae (Casa Azul) instruyendo frenar la "ampliación de batalla".
    
En tanto, Kim Kwan Jin, ministro títere de Defensa Nacional, reconoció en un lugar público que el incidente fue una "herida muy dolorosa que no se puede olvidar" y "antecedente que dio una decepción demasiado grande".
    
En esa batalla de justicia, el ejército y el pueblo de la RPDC demostraron que no perdonan ni un ápice a los que se atreven a atentar contra nuestra soberanía y dignidad.
    
Fue justo que los oficiales y soldados del frente sudoeste hayan asestado un golpe demoledor a los provocadores que lanzaron primero los proyectiles hacia las aguas jurisdiccionales de la RPDC.
    
El incidente fue una batalla de venganza de los defensores de la soberanía que enseñaron claramente a los belicistas de la capa militar títere cuán les cuesta la absurda provocación.
    
Devino también la explosión de ira acumulada del ejército y pueblo coreanos por la imprudente provocación de los maníacos de confrontación fratricida.
    
En aquel entonces, tal furia se reflejó en las ráfagas de venganza que redujeron a cenizas la isla Yonphyong.
    
Para la RPDC, el intercambio de fuego artillero en la isla Yonphyong fue un triunfo orgulloso que hizo alarde a todo el mundo del poderío del ejército heroico y revolucionario del monte Paektu que no sufrió entonces ni una sola baja ni la pérdida de ninguna arma.
    
Durante la batalla, los oficiales y soldados del frente sudoeste combatieron junto con los habitantes locales y después del paro de fuego, compartieron la victoria aplastante coreando vivas en las cimas de montes y hasta sobre los tejados del poblado.
    
En contraste, se ha dado una escena de ruina en la isla Yonphyong.
    
Los isleños y hasta los oficiales y soldados del ejército títere surcoreano intentaban la fuga para liberarse del pánico y pesadilla, de tal modo que fuera bloqueada hasta la ancha ruta marítima hacia Inchon.
    
En vez de aprender la lección, desde el año pasado, los títeres engañan la opinión pública como si el incidente fuera estallado por el "acto provocador" de la RPDC y realizan hasta el "acto conmemorativo" anti-RPDC describiendo su derrota como "victoria".
    
Todos los países y naciones de este mundo celebran y festejan las victorias, pero, los títeres surcoreanos son los únicos que "conmemoran" su derrota pintándola como "triunfo".
    
¡Qué miserables son ellos!
    
Park Geun-hye y sus compinches son idénticos al traidor Lee Myung Bak con un índice de intelectualidad de 2MB.
    
Park y su horda deben aprender la lección de su derrota vergonzosa sufrida en la isla Yonphyong.
    
El ejército y pueblo coreanos, en particular los oficiales y soldados del frente suroeste mantienen la invariable voluntad y determinación de no perder nunca la oportunidad si los títeres vuelven a cometer tal provocación.
    
Hace 3 años, el fuego de venganza se limitó a la isla Yonphyong, pero esta vez sus blancos serán todos los bastiones de los títeres surcoreanos, inclusive Chongwadae.
    
Para tomar desquite de su derrota, ellos anuncian ahora que reforzaron los medios de ataque de la isla Yonphyong con el despliegue adicional de los lanzacohetes reactivos, el radar sofisticado anti-artillería, el helicóptero de ataque Cobra y los misiles Spike. Además, para dar la impresión de que se puede protegerse del ataque de la RPDC, dicen que fue concluida la obra de "fortificación" de primera etapa en las 5 islas del Mar Oeste de Corea.
    
Pero, este anuncio es una tontería de quien trata de defenderse de la avalancha de obuses con un simple paraguas.
    
Ellos deben darse clara cuenta de que todos esos medios serán liquidados en un instante ante el ataque militar sin precedente del EPC.
    
No deben olvidar ni un momento que si se repite la provocación imprudente, el conflicto armado de la isla Yonphyong se extenderá a la batalla para arruinar Chongwadae y a la guerra de reunificación.
    
Si los títeres se abalanzan imprudentemente contra la RPDC olvidando la lección amarga de la isla Yonphyong, no evitarán un fin trágico.
    
La victoria será siempre del potente ejército revolucionario del monte Paektu, defensor de la justicia.