Mensaje del Año Nuevo 2014 de Kim Jong Un
Pyongyang, 1 de enero (ACNC) -- El Mariscal Kim Jong Un, Primer Secretario del Partido del Trabajo de Corea, Primer Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea pronunció el día primero el mensaje del Año Nuevo 2014.
El texto completo del mensaje sigue:
Queridos compañeros,
Entrañables oficiales y soldados del Ejército Popular, pueblo del país entero y compatriotas fraternales:
Despedimos el 2013 que dejó huellas indelebles en el sagrado avance de la revolución del Juche y acogemos el Año Nuevo de 2014, pletóricos de la confianza en el futuro y el orgullo revolucionario.
Ante todo, rindo mi más sincero tributo y cordiales saludos por el Año Nuevo a los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il en reflejo de la infinita añoranza y veneración de todos los oficiales y soldados del Ejército Popular y otros sectores de la población.
Rindo homenaje a los mártires que el año pasado dieron su valiosa vida en aras de la defensa nacional y la construcción del socialismo, así como saludo a todos los militares y civiles que en pos de nuestro Partido abren una nueva era de prosperidad de la patria.
Formulo los más sinceros votos por la mayor felicidad y dicha de todas las familias del país.
Saludos a los surcoreanos que luchan por la independencia, la democracia y la reunificación nacional, a los compatriotas residentes en otros países que se entregan en cuerpo y alma para la prosperidad de la patria, así como a todos los pueblos progresistas del mundo y amigos extranjeros amantes de la justicia y la paz.
El que despedimos fue un año enorgullecedor en el que todo el Partido, ejército y pueblo libraron una ofensiva general en acato a la nueva línea del Partido acerca del desarrollo simultáneo y alcanzaron una brillante victoria en la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero y la defensa del socialismo.
En ese período nuestros uniformados y civiles, unidos compactamente en torno al Partido, hicieron prevalecer las ideas y la causa del gran Líder Kim Il Sung y el gran General Kim Jong Il y potenciaron nuestras filas revolucionarias en lo político e ideológico.
En el proceso de la lucha del año anterior, incluidas las actividades políticas efectuadas en saludo al aniversario 65 de la fundación de la República y el 60 de la victoria en la Guerra de Liberación de la Patria, hicieron gala de su inquebrantable fe y voluntad de enaltecer al gran Líder y al gran General y eternizar sus proezas generación tras generación.
La política de nuestro Partido de respeto y amor al pueblo y la ardiente lealtad de nuestro pueblo que lo quiere como a su madre se han identificado para colocar en una nueva altura los lazos consanguíneos que unen al Partido y las masas populares.
El año pasado nuestro Partido adoptó la resuelta medida de extirpar una inmundicia que persistía en el seno del Partido en un período de intenso bregar para edificar un Estado poderoso y próspero. Al descubrir y eliminar, en un momento oportuno y con una atinada decisión, ese grupo de sectarios opuestos a él y la revolución, logró consolidar sus filas y las de la revolución y fortalecer con creces nuestra gran unidad. A través de esta lucha, nuestro Partido reafirmó la determinación de reforzar su función militante y papel para cumplir con el honroso cometido que asume ante la época y la historia como agrupación al servicio del pueblo y consagrarse más para su bienestar.
El año anterior obtuvimos un gran triunfo en el empeño por elevar nuestra capacidad de defensa nacional y en la cruenta confrontación con el imperialismo.
Los científicos, técnicos y obreros de la industria de defensa nacional, armados de inconmovible fe y valor, superaron a los demás en la tecnología de punta, con lo cual demostraron el poderío de la Corea del Songun y contribuyeron sustancialmente a elevar la capacidad de defensa nacional. Poseedores del gran espíritu, los integrantes del Ejército Popular y del Ejército de Seguridad Interior del Pueblo defendieron a riesgo de su vida al Partido, el Líder, la patria y el pueblo y pusieron de manifiesto la dignidad y el poderío de la República al frustrar cada una de las descabelladas provocaciones del enemigo encaminadas a desencadenar una guerra nuclear y sus campañas de enfrentamiento.
En medio de una situación compleja y preñada de dificultades, nuestros militares y civiles aunaron la fuerza y obtuvieron resonantes éxitos en sus esfuerzos para construir una potencia económica y elevar el nivel de vida de la población.
Se logró un gran auge en la producción de distintos sectores y unidades de la economía nacional, se afirmó la base de una economía independiente y, en particular, los funcionarios y demás trabajadores del sector agrícola introdujeron innovaciones en sus faenas y contribuyeron a mejorar la vida del pueblo pese a las duras condiciones y desfavorables factores climáticos.
Los constructores, entre ellos los militares, levantaron numerosas creaciones monumentales destinadas a la prosperidad de la patria y el bienestar del pueblo y abrieron una época de mayor esplendor de la construcción.
En obediencia al llamado del Partido de crear la “velocidad Masikryong”, exhibieron el fervor patriótico y abnegación para erigir, en un corto plazo y como realizaciones de la era de Partido del Trabajo, numerosas obras como el Museo Conmemorativo de la Victoria en la Guerra de Liberación de la Patria, el Reparto para Científicos Unha, el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu y la Estación de esquí del monte Masik. Con ello mostraron el gallardo aspecto de la patria que rejuvenece cada día más y contribuyeron a que resonaran más las risas de felicidad de nuestro pueblo. Los participantes en las grandes obras como el acondicionamiento de la meseta Sepho consiguieron domar la naturaleza venciendo múltiples dificultades e hicieron posible realizar antes del tiempo previsto el ambicioso proyecto del Partido.
El año pasado experimentó nuevos avances en el deporte, la enseñanza y otras ramas de la cultura.
En correspondencia con el propósito del Partido de construir una potencia deportiva, una fiebre de deporte se desató en todo el país y nuestros fidedignos jugadores honraron al país con medallas de oro en las lides internacionales. Se impulsaron exitosamente los preparativos de la enseñanza obligatoria general de doce años, se lograron innumerables éxitos en las esferas científico-técnicas y la creación de modernos establecimientos sanitarios mejoró el servicio médico para el pueblo. La prolífera producción de excelentes piezas de la época en el sector del arte musical sublimó en un mundo de lealtad el alma de todos los militares y civiles y los alentó para la lucha y las hazañas.
La brillante victoria y los logros alcanzados en el año pasado constituyen frutos maduros de una lucha audaz y heroica que todo el Partido, ejército y pueblo libraron en acato al lineamiento y la política de carácter revolucionario y popular y la destacada dirección de nuestro Partido, movidos por la inquebrantable voluntad de levantar a toda costa un Estado socialista poderoso y próspero.
Mediante la lucha del año pasado patentizamos que son mejores nuestra ideología, fuerza y estilo y que con nada se puede detener el avance de nuestra sagrada causa que persigue un gran ideal y meta.
Agradezco cordialmente a todos los militares y civiles quienes, al hacer gala de una insuperable abnegación con su ilimitada lealtad al Partido y ardiente patriotismo, supieron engalanar el significativo año de 2013 con acontecimientos extraordinarios.
Compañeros:
El 2014 será un año de la lucha impetuosa y de grandes cambios en que abriremos la era de prosperidad de la Corea del Songun al lograr nuevos saltos en todos los dominios de la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero.
Para nosotros este es un año de esfuerzos dignos por realizar con antelación el hermoso ideal y sueño del pueblo, un año de la marcha de triunfadores hacia el gran festival que adornará el 70 aniversario de la fundación del glorioso Partido del Trabajo de Corea.
En este prometedor año nuevo debemos acelerar la marcha heroica confiando en la victoria y con el gran entusiasmo y abrir una era de plena prosperidad en la revolución y su construcción.
¡Con la firme confianza en la victoria, levantemos una ola de grandes saltos en todos los dominios de la construcción de un Estado poderoso y próspero!, esta es la consigna combativa que nuestro Partido y pueblo deben enarbolar este año.
Este año debemos procurar que la agricultura, la construcción y el sector de las ciencias y la técnica sean vanguardia en la marcha, con la antorcha de innovaciones en alto, y que incentiven con ella el avance de todos los demás sectores de la construcción socialista.
En este significativo año conmemoramos el cincuentenario de la publicación de la tesis sobre el problema rural socialista por el gran Líder, compañero Kim Il Sung.
Hemos de vigorizar en el campo las revoluciones ideológica, técnica y cultural, lograr cambios decisivos en la producción agrícola y, de esta manera, evidenciar la justeza y vitalidad de la tesis. En los esfuerzos de este año por la construcción económica y la mejora de la vida del pueblo debemos considerar la agricultura como la mayor prioridad y concentrar la fuerza en ella. En ese sector introducirán de modo activo los científicos métodos de cultivo y trabajarán con toda responsabilidad hasta conquistar a toda costa la meta de producción de cereales presentada por el Partido. Promoverán la ganadería y ampliarán el cultivo de hongos y de verduras en invernaderos para que la población se beneficie de la mayor cantidad posible de sus productos.
Este año debemos abrir una nueva era de prosperidad en la construcción.
La construcción es un renglón importante para consolidar la base del Estado poderoso y próspero y crear el cimiento para la felicidad del pueblo. A la rama de construcción le incumbe levantar muchos edificios de categoría mundial que representen la era del Songun y obras destinadas a mejorar la vida de los habitantes, para así consolidar la base de nuestra economía independiente y procurarle al pueblo una vida más rica y civilizada. Hay que acelerar y terminar en la fecha prevista las obras importantes como la construcción escalonada de centrales hidroeléctricas a lo largo del río Chongchon, la base ganadera en la zona de Sepho, la Granja de Frutas de Kosan, la roturación de marismas y los canales de riego para la provincia de Hwanghae del Sur. Es menester impulsar enérgicamente la construcción de viviendas, albergues y otros edificios destinados a mejorar las condiciones y ambientes de la educación y levantar en el supremo nivel establecimientos culturales y de servicio. Este año debemos seguir levantando majestuosas y elegantes construcciones en la ciudad de Pyongyang y resaltar la peculiaridad de cada provincia, ciudad y distrito, mediante la cooperación de militares y civiles.
Las ciencias y la tecnología son la fuerza motriz que impulsa la edificación de un Estado poderoso y próspero y de su desarrollo dependen la felicidad del pueblo y el porvenir de la patria.
Ese sector debe resolver problemas para el futuro desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento de la vida del pueblo y los que se presentan en la actualidad, superar a los demás en la tecnología de punta y abrir un atajo para la estructuración de la economía de conocimientos. Los científicos y técnicos, montados sobre el caballo alado que les ha regalado el Partido y valiéndose de todo el talento y entusiasmo, deben lograr grandes éxitos en su trabajo y ser genuinos patriotas que contribuyen a la edificación de una patria rica y poderosa. En toda la sociedad concederán prioridad a las ciencias y la tecnología, en tanto que todos los funcionarios y trabajadores las aprenderán con aplicación, enarbolando la consigna que los convoca a ser talentosos científicos y técnicos.
Es preciso hacer grandes innovaciones en el sector priorizado, las industrias básicas, y las demás esferas de la economía nacional.
El renglón metalúrgico y el químico son pilares gemelos de la potencia económica y su desarrollo asegura la construcción económica y el mejoramiento de la vida de la población. En estas ramas debemos esforzarnos con tesón para aumentar la producción recurriendo a nuestras materias primas, combustible y últimos logros científicos, en acato a la consigna de modernizar la economía y adecuarla a nuestra realidad, con el fin de activar el conjunto de la economía nacional y producir suficiente cantidad de materiales de hierro y acero y diversos artículos químicos necesarios para el fomento de la vida del pueblo.
Hay que priorizar decididamente las industrias eléctrica y carbonífera. Al tiempo que toman medidas para maximizar la generación energética en las centrales, trazarán acertadamente el plan de largo alcance para resolver radicalmente la falta de electricidad, se enfocarán en su cumplimiento y generarán más electricidad principalmente con los recursos hidráulicos y aprovechando asimismo la energía de la naturaleza como la eólica, la geotérmica y la solar. Deben elevar la producción en las minas carboníferas, resolver decisivamente el problema del transporte como el ferroviario y lograr innovaciones en cooperación de las ramas de electricidad, carbón y transporte ferroviario, con el objetivo de impulsar el progreso económico del país.
Es menester dedicar gran empeño en la industria ligera, renglón que desempeña un gran papel en la mejora de la vida de la población. A las fábricas de esta rama les corresponde acelerar con entusiasmo la modernización y la aplicación de la tecnología de CNC (control numérico computarizado –N.T.) y lograr la estabilidad productiva al elevar la proporción de uso de materias primas y materiales nacionales, mientras que todas las ciudades y distritos desarrollarán sus industrias acorde con la situación de cada cual, para la mayor producción de diversos artículos de consumo masivo de buena calidad.
Es preciso adoptar medidas estatales para desarrollar la pesquería. A ese sector le corresponde modernizar barcos y otros equipos de pesca e impulsarla con métodos científicos siguiendo el ejemplo de los pescadores del Ejército Popular que lograron capturar gran cantidad de peces en fiel cumplimiento de la orden del Comandante Supremo, para que todos los barcos regresen a sus puertos haciendo sonar la sirena en señal de la gran pesca. También le compete promover la maricultura en gran escala.
Es necesario proteger y aumentar de manera activa las riquezas del país, entre ellas los recursos subterráneos, forestales y marítimos, e impulsar con energía la reforestación con la participación de todo el pueblo hasta que todas las montañas se conviertan en frondosos bosques.
En todas las esferas de la economía nacional se fomentará el ahorro, además de aumentar la producción aprovechando al máximo sus potencialidades productivas y reservas internas. Ahorrar es producir y por ese conducto se revela el patriotismo. Reinará en toda la sociedad el espíritu de ahorro para consumir con eficiencia un vatio de electricidad, un gramo de carbón y una gota de agua y prevalecerá un ambiente en que todos aportan más a la vida económica del país con alto sentido de patriotismo y la conciencia de ser sus dueños.
Es menester mejorar decisivamente la dirección y la administración de la economía. Se reforzará, bajo el liderazgo del Partido, la dirección unificada del Estado sobre las actividades económicas y se propiciará que las empresas realicen sus labores con más responsabilidad y creatividad y que todos los trabajadores cumplan fielmente su misión y funciones como protagonistas de la producción y la gestión.
Hace falta dar grandes pasos de avance en la educación y otras ramas de la cultura.
Se mejorarán el contenido educativo, el método didáctico y las condiciones y el ambiente de la docencia conforme a la demanda de la revolución y la época que progresa y se producirán cambios en las labores educacionales incluida la educación secundaria general. A la salud pública le incumbe poner más empeño en el tratamiento y la prevención de enfermedades para el fomento de la salud de la población, de modo que todos disfruten de mayores beneficios del sistema sanitario del socialismo.
El arte y la literatura son como trompeteros e impulsores de la ofensiva revolucionaria para la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero. Se crearán muchas obras de gran valor ideológico y artístico que conmuevan el corazón de las personas y representen nuestro tiempo siguiendo el ritmo de la marcha de nuestra revolución y la realidad palpitante.
Hay que avivar la fiebre del deporte en todas partes del país. Los deportistas, con la ambición de ser campeones mundiales, se entregarán más al entrenamiento; se desarrollará la ciencia y técnica deportiva; se materializará la orientación de promover la participación masiva en esa actividad para hacer realidad el proyecto del Partido de convertir nuestro país en una potencia deportiva.
Continuaremos dedicando ingentes esfuerzos a elevar la capacidad de defensa nacional.
Consolidar las fuerzas armadas es la tarea más importante del Estado y la potencial militar garantiza la dignidad de la nación, la felicidad del pueblo y la paz.
Se reforzará y desarrollará el Ejército Popular como invencibles fuerzas armadas revolucionarias inspiradas en el espíritu del monte Paektu al total servicio del Partido y el líder, de la patria y el pueblo. A este efecto lo más importante es fortalecer las compañías, principales unidades de combate y centros de vida de los militares. Convertiremos todas las compañías en fuerzas élite preparadas tanto en el plano político-ideológico como en el técnico-militar y en queridas familias llenas de hermandad. Se intensificará la educación ideológico-política de los militares para prepararlos como hombres de firme idea y convicción, dispuestos a defender a riesgo de su vida el Palacio del Sol Kumsusan y el Comité Central del Partido. Mediante intensos ejercicios de combate y un movimiento de destacados tiradores de fusil y cañón, los militares poseerán una puntería certera, complexión fuerte y espíritu de férrea disciplina y se prepararán para combatir cada uno a cien enemigos.
En el Ejército de Seguridad Interior del Pueblo de Corea se establecerán firmemente el sistema de dirección del Partido y la disciplina revolucionaria para que sus miembros cumplan plenamente su noble misión y deber de defender al Líder, el régimen y el pueblo. La Guardia Roja Obrero-Campesina siempre estará lista para la batalla redoblando ejercicios militares.
A la industria de defensa nacional le incumbe producir mayor cantidad de modernas armas típicas ligeras, no tripuladas, inteligentes y precisas, los cuales multiplicarán nuestra capacidad de autodefensa.
Es indispensable consolidar aún más la base político-ideológica de nuestra revolución.
Pues ella constituye el baluarte que decide la victoria o la derrota en la batalla de defensa del socialismo y el fortalecimiento de las filas revolucionarias en lo político e ideológico es la tarea más importante para nosotros.
En este año de significación en que cumple 40 años la declaración del programa de transformación de toda la sociedad según el kimilsungismo elaborado por el gran General, fortificaremos al Partido en el plano organizativo-ideológico, formaremos a todos los miembros de la sociedad como kimilsungista-kimjongilistas y estrecharemos la unidad monolítica de las filas revolucionarias.
Es preciso establecer firmemente en el seno del Partido el sistema de dirección única, asegurar la pureza de las filas de sus miembros y elevar la función y el papel combativos de sus organizaciones. Intensificarán la educación ideológica entre los cuadros, militantes y otros trabajadores para que sigan, en cualquier momento y lugar, únicamente a los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il y a nuestro Partido y piensen y actúen según la idea y voluntad del Partido. Se mantendrán alerta ante cualquier manifestación y factor que afecte y perjudique la unidad de las filas del Partido y la revolución, por insignificante que sea, y los eliminarán implacablemente. Necesita arreciar la lucha contra las ideas extrañas y las corrupciones que minan nuestro régimen y frustrar totalmente las maniobras de la penetración ideológica y cultural del enemigo.
Con miras a dar grandes saltos en todos los sectores de la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero, es imprescindible activar al máximo la potencial espiritual de las masas. Esto es la mayor posibilidad de la creación e innovación y la clave fundamental para lograr éxitos admirables. Es necesario realizar una dinámica campaña de educación ideológica, la de propaganda y agitación, encaminada a incentivar la potencial espiritual de los militantes del Partido y otros trabajadores. Todos personificarán el patriotismo de Kim Jong Il y lo aplicarán en todos los aspectos de la práctica, realizando méritos heroicos en la orgullosa empresa para construir un país socialista rico, poderoso y civilizado.
Urge establecer una firme disciplina y orden revolucionario en todos los campos de la lucha revolucionaria y la labor constructiva, factor importante para demostrar en alto grado la superioridad de nuestra sociedad regida por el colectivismo y obtener éxitos en todas las tareas. En todos los sectores y unidades se cumplirán estrictamente las políticas y orientaciones del Partido y las leyes, resoluciones y directivas del Estado, y todos los funcionarios y trabajadores, conscientes de ser dueños de la sociedad y ciudadanos de la República, respetarán las leyes, las reglas y el orden.
Los cuadros deben esforzarse por todos los medios para cumplir su misión como miembros de mando de la revolución y fieles servidores del pueblo.
Con absoluta lealtad hacia el Partido, alto sentido de responsabilidad y gran entusiasmo programarán ambiciosos proyectos y lucharán con tesón para realizarlos hasta sus últimas consecuencias, cumpliendo así infaliblemente lo que el Partido se propone.
Tomarán por norma inviolable de su trabajo la demanda y el interés del pueblo y se esforzarán para satisfacer sus deseos y gustos y para beneficiarlo. Respetarán con infinita sinceridad la demanda del pueblo, la voz de las masas, y siempre se comportarán y trabajarán como sus fieles servidores.
Hace 20 años el gran Líder Kim Il Sung dejó su última firma en un documento de trascendencia histórica relacionado con la reunificación del país.
Este año, en cumplimiento de su legado y el del General, debemos lograr avances en el movimiento por reunificar el país.
Con miras a resolver el problema de la reintegración territorial en correspondencia con el deseo y voluntad de los compatriotas, es preciso rechazar la intervención de las fuerzas extranjeras y mantener con firmeza el principio de Entre nosotros, los connacionales.
Los protagonistas de la reunificación del país son todos los coreanos del Norte, el Sur y en el ultramar y podemos lograrla de manera independiente de acuerdo con el interés y la exigencia de la nación solo cuando nos atengamos al referido principio. Apelar a las fuerzas extranjeras para conseguir la “cooperación internacional” en cuanto al problema de la nación, el de las relaciones Norte-Sur, es un humillante acto servil y traicionero que deja el destino de la nación a su libre albedrío. El Norte y el Sur deben mantener la independencia estipulada en los tres principios de la reunificación del país y la Declaración Conjunta Norte-Sur, sostener firmemente la posición de Entre nosotros, los connacionales, y respetar e implementar fielmente las declaraciones conjuntas.
Es ineludible luchar por salvaguardar la seguridad y la paz de la nación.
Los bélicos estadounidenses y surcoreanos hacen frenéticos ejercicios de guerra contra el Norte concentrando gran cantidad de armas nucleares en la Península Coreana y en sus alrededores. Por eso se crea una situación tan crítica que un pequeño choque militar eventual puede desembocar en una guerra total. Si estalla aquí una nueva contienda, esta supondrá una espantosa catástrofe nuclear, de la cual ni siquiera Estados Unidos puede estar a salvo. Todos los integrantes de la nación coreana no deben permitir en absoluto las maniobras de enfrentamiento y de guerra de los belicistas del interior y exterior del país y frustrarlas resueltamente.
Urge crear un ambiente propicio para mejorar las relaciones entre el Norte y el Sur.
Provoca dolor el simple hecho de que la nación esté dividida por culpa de las fuerzas foráneas. También resulta intolerable promover la difamación, el antagonismo y la antipatía entre los compatriotas, situación que puede ser aprovechada por las fuerzas extranjeras que no desean la reunificación de Corea. Ha llegado el momento de poner el punto final a la calumnia inútil y dañina, y no se debe permitir por más tiempo el perjuicio a la reconciliación y la unidad. A las autoridades surcoreanas les corresponde renunciar al enfrentamiento imprudente contra otra parte de la nación y a la campaña de reprimir el “pro-Norte”, así como optar por mejorar las relaciones bilaterales en atención a la demanda de los compatriotas, a favor de la independencia, la democracia y la reunificación de la patria. Admitiremos a todos los que aprecian la nación y desean la reintegración, independientemente de su pasado, y también en el futuro, nos esforzaremos de modo activo por mejorar las relaciones intercoreanas.
Todos los compatriotas del Norte, el Sur y el extranjero, firmemente unidos bajo la bandera del patriotismo auténtico, el ideal Entre nosotros, los connacionales, se levantarán con energía en la lucha a escala nacional para la reunificación territorial, y abrirán así una nueva fase para la reunificación independiente, la paz y la prosperidad.
El año pasado la intervención y las maniobras de guerra de los imperialistas que amenazaban la independencia de los Estados soberanos y el derecho a vivir continuaron sin cesar en el ámbito internacional.
Hay que destacar que en la Península Coreana, el punto más candente del mundo, se cernía el peligro de una inminente guerra nuclear debido a las maniobras de las fuerzas enemigas para eliminar a nuestra República, lo cual amenazó seriamente la paz y la seguridad de esta región y el resto del mundo.
La paz es muy valiosa para nuestro pueblo, pero no se logra solo con desearla o pedirla. No podemos permanecer indiferentes ante el nubarrón de la guerra nuclear que nos amenaza permanentemente en la Península Coreana y defenderemos firmemente la soberanía y la paz del país y la dignidad nacional con nuestra gran capacidad de defensa.
En lo adelante nuestro Partido y Gobierno, manteniendo inclaudicable el ideal de política exterior de la independencia, la paz y la amistad, seguirán ampliando las relaciones de amistad y cooperación con los países que respetan nuestra soberanía y nos tratan como amigos y no cejarán en el empeño por la paz y la seguridad del mundo y por la prosperidad común de la humanidad.
Enormes son las tareas que enfrentamos y existen dificultades en nuestro camino, pero nuestra causa revolucionaria que avanza bajo la bandera del gran kimilsungismo-kimjongilismo triunfará infaliblemente.
Todos, llenos de gran esperanza y firme fe y unidos compactamente con una sola idea y voluntad en torno al Partido, marchemos con pasos firmes por lograr victorias más resonantes en el año nuevo.